Hebreos 7:20-28
JESÚS – SACERDOTE ETERNO
JESÚS – SACERDOTE ETERNO
A. INTRODUCCIÓN.
Hemos visto
que el oficio de sacerdote era de suma importancia tanto en tiempos del Antiguo
Testamento, como en el Nuevo. La Biblia habla de sacerdotes paganos y de
sacerdotes dedicados a Dios. Entre los sacerdotes levíticos, había buenos y
malos, rectos y torcidos, piadosos e impíos, valientes y cobardes, santos e
impuros. La ley de Moisés no enumera calificaciones morales para los
sacerdotes. Si los descendientes de Aarón llenaban los requisitos físicos y
ceremoniales, podían servir como sacerdotes de Dios.
Los sacerdotes levíticos a veces cumplían bien sus deberes, y otras
veces fallaban. En los tiempos del Nuevo
Testamento, gran número de los sacerdotes se habían apartado de Dios. Las
ceremonias y los rituales establecidos por la ley para ellos eran vacíos.
Habían perdido su significado, porque ellos no tenían una relación personal con
el Dios que servían. En vez de ayudar al pueblo a acercarse a Dios, los
principales sacerdotes tenían un negocio sucio en el templo en el cual
engañaban a los que venían para ofrecer sacrificios. Por envidia e incredulidad
entregaron a Jesús a la muerte. Aunque después de la resurrección del Señor
muchos de ellos creyeron y fueron salvos, el sacerdocio corrupto ya estaba a
punto de desaparecer.
En el libro de Hebreos tenemos el maravilloso plan de Dios con
relación al sacerdocio. Necesitamos un sacerdote, porque
somos pecadores, pero el sacerdocio levítico estaba lleno de corrupción, y
había perdido su autoridad moral para servir delante de Dios y del pueblo.
¿Cómo solucionar el problema? Dios instituyó un nuevo sacerdocio bajo el orden
de Melquisedec. Hemos visto que el gran sumo sacerdote bajo el nuevo orden es
nuestro Salvador Jesucristo. Hoy veremos más acerca de su maravilloso
ministerio a nuestro favor.
B.
JESUS ES SACERDOTE POR JURAMENTO DIVINO. Hebreos 7:20-22.
- El
juramento de Dios. Hebreos 7:20-21.
Y esto no fue hecho sin juramento;
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste,
con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres
sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Dios instituyó el
sacerdocio levítico, pero no con juramento.
Simplemente nombró a Aarón y a sus descendientes para tomar este cargo (Éxodo
28:1). Con relación a Jesús, en cambio, Dios lo estableció como sacerdote para
siempre con juramento.
Cuando dice que “juró
el Señor, y no se arrepentirá” quiere decir que no cambiará de opinión, ni
anulará lo establecido. Dios anuló el sacerdocio levítico,
porque ya había cumplido su función. Los hijos de Aarón tuvieron que ofrecer
los sacrificios en el templo hasta que hubiera llegado el sacrificio perfecto.
Una vez presentado el sacrificio definitivo por el pecado, ya no se necesitaba
más el sacerdocio levítico. Es interesante que los sacerdotes levitas eran los
que entregaron a Jesús a la muerte. Cumplieron su última función sacrificando
al Cordero de Dios sobre el altar de la cruz.
Dios anuló el
sacerdocio levítico cuando ya había cumplido su propósito, pero nunca anulará
el sacerdocio de Jesucristo. Jesús seguirá siendo nuestro
representante durante toda la eternidad.
- El
resultado del juramento. Hebreos 7:22.
Por
tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
Un fiador garantiza
que los términos de un acuerdo o pacto se llevan a cabo.
En Colombia las casas de arriendo por lo general exigen un fiador para asegurar
el pago de arriendo si el arrendatario no puede corresponder.
En la Biblia, Judá
sirvió de fiador por su hermano Benjamín delante de su padre.
Prometió que daría su vida si fuera necesario para que Benjamín regresara sano
y salvo al campamento (Génesis 43:1-14). El apóstol Pablo sirvió de fiador por
el esclavo Onésimo delante de Filemón. Prometió pagar la deuda de Onésimo con
su amo (Filemón :18-19).
Los sacerdotes levitas
eran fiadores de la ley de Moisés, porque ellos estaban encargados de hacer que
sus ceremonias y rituales se llevaran a cabo. Ellos
fallaron como fiadores porque en primer lugar, eran pecadores, y ofendían ellos
mismos a Dios. En segundo lugar, su fianza era de corto plazo porque con la
muerte dejaban de ser ministros del pacto. Además de todo esto, el pacto que
mediaban ellos era imperfecto. No podía cambiar el pecaminoso corazón, ni podía
limpiar la conciencia del pecador. Se basaba en la sangre de animales, la cual
no podía limpiar el pecado.
Jesús, en cambio, es
fiador perfecto de un pacto perfecto.
• Jesús es santo y puro. No hay mancha ni
pecado en él. Por eso agrada totalmente a Dios Padre. Cumple a favor nuestro
toda la ley divina. Lo que no podemos hacer, Jesús hace por nosotros.
• Jesús venció la muerte y no volverá a morir, de modo que
puede ser fiador eterno del nuevo pacto entre Dios y la humanidad.
• El nuevo pacto que Jesús administra se basa en el
sacrificio perfecto de sí mismo a Dios. Su sangre quita para
siempre el pecado del corazón arrepentido.
• Jesús es nuestra garantía que Dios nunca nos desamparará.
Estamos estrechamente unidos con Jesús, de modo que tenemos la misma posición
delante del Padre que Jesucristo mismo.
C. JESÚS ES SACERDOTE ETERNAMENTE. Hebreos 7:23-25.
- Los sacerdotes levíticos
tuvieron sacerdocio limitado.
Hebreos 7:23.
Y los otros sacerdotes llegaron a
ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
En el
Antiguo Testamento tenemos un largo registro de sacerdotes levíticos. Fue
largo, porque el ministerio de cada uno fue limitado por la muerte. En la lista
de sacerdotes había buenos y malos, sinceros y pícaros. Lo único seguro fue que
el sacerdocio de cada uno era corto, porque la muerte se intervenía.
- El sacerdocio de Jesús nunca
cambiará, porque él no cambia.
Hebreos 7:24.
Más éste, por cuanto permanece para
siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
Jesús venció la muerte
cuando resucitó. Nunca más morirá, y por eso,
permanece para siempre como nuestro sacerdote. No sólo esto, sino Jesús es
fiel. Su carácter no cambiará, ni sus propósitos variarán. Nuestro Salvador,
Sacerdote, y Rey siempre mostrará el mismo amor, la misma misericordia, la
misma pureza, la misma compasión que mostraba cuando andaba en la tierra. Su
sacerdocio es inmutable e inmarcesible, porque él es inmortal e inmutable.
- El sacerdocio de Jesús es lo
que nos da plena seguridad. Hebreos 7:25.
por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para
interceder por ellos.
¿Por qué es
tan importante el sacerdocio de Jesús? Precisamente porque nuestra vida eterna
depende de él. ¿Qué hace Jesucristo como nuestro gran sumo sacerdote?
• Ofreció el perfecto sacrificio por el pecado
cuando se ofreció a sí mismo a Dios sobre la cruz. De esto tratan los capítulos
9 y 10 de Hebreos, y lo estudiaremos detenidamente más adelante.
• Intercede por nosotros. Nos representa
continuamente a la diestra del Padre. Nos defiende de las acusaciones de
Satanás. Véase Romanos 8:34 y 1ª de Juan
2:1.
• Es el mediador entre Dios y los hombres.
Véase 1ª a Timoteo 2:5.
Nuestra
salvación eterna no depende de nuestros esfuerzos. Depende de la fianza de Jesucristo
a nuestro favor. El sacrificio que ofreció basta para limpiar todo pecado. Su
intercesión a nuestro favor es nuestra garantía de aceptación ante el Padre.
Dios Padre ha encomendado toda autoridad al Hijo. Le ha exaltado hasta la
posición de más gloria y honor en el cielo. Cuando el Hijo ora a nuestro favor,
podemos estar seguros de que el Padre le dará lo que pide.
D. JESÚS ES SACERDOTE
INCOMPARABLE. Hebreos 7:26-28.
- Jesús es el sumo sacerdote que
necesitamos. Hebreos 7:26.
Porque tal sumo sacerdote nos
convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más
sublime que los cielos;
Jesús
es el sumo sacerdote que llena todas nuestras necesidades. Los sacerdotes
levíticos no podían suplir todo lo que el pueblo necesitaba, porque eran
pecadores al igual que los demás. No podía suplir todas las necesidades del
pueblo porque eran hombres finitos. Jesús en cambio es exactamente el sumo
sacerdote que necesitamos.
• Jesús es santo. El es completamente
apartado del pecado, y completamente apartado para Dios.
• Jesús es inocente. No es inocente en
el sentido de ser simplón, porque posee infinita sabiduría. Es inocente en el
sentido que no hay pecado alguno en él. Vivió una vida perfecta sin caer ni una
sola vez en el pecado.
• Jesús es sin mancha. Aunque vivió en
medio de pecadores, no se corrompió. Nunca miró a una mujer como objeto para
satisfacer sus propios apetitos. Siguió amando a sus enemigos
incondicionalmente. Dijo la verdad pasara lo que pasara. No había mancha en
pensamiento, palabra o hecho.
• Jesús es apartado de los pecadores.
No está apartado de los pecadores en el sentido que no los trata, sino en el
sentido que no comparte su pecado. Durante su vida en la tierra Jesús fue
conocido como amigo a pecadores, sin embargo, su contacto con ellos no lo
contaminó. De la misma manera que pudo tocar a un leproso sin contraer la
lepra, pudo andar con pecadores sin ser contaminado por la maldad.
• Jesús ha sido exaltado hasta lo sumo.
No habrá jamás alguna persona que usurpa la posición de Jesucristo. Nuestro
sumo sacerdote nunca será suplantado. Su ministerio permanecerá para siempre.
En
todos estos hechos encontramos gran descanso y seguridad. Podemos confiar en
Jesús, y descansar en él. Nunca nos va a defraudar, porque es santo, puro,
inmutable, y exaltado. No nos va a desechar porque nos ama con amor eterno
incondicional. Ha prometido guardarnos para siempre, y no es mentiroso. Aunque
es amigo de nosotros los pecadores, no se contamina con nuestro pecado. Nadie
jamás podrá arrebatarnos de su mano, porque él es más sublime que los cielos.
- La ofrenda de nuestro sumo
sacerdote es eterna. Hebreos 7:27.
que no tiene necesidad cada día,
como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios
pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre,
ofreciéndose a sí mismo.
¿Por qué tuvieron los sacerdotes
levíticos que ofrecer muchos sacrificios?
Primero,
tuvieron que ofrecer sacrificios por su propio pecado cada vez que fallaban.
Luego tuvieron que ofrecer sacrificios por el pecado del pueblo. Tuvieron que
repetir los sacrificios, porque la sangre de los animales nunca podía quitar
del todo el pecado. Tampoco pudo hacer puro el corazón del pecador.
¿De qué manera es diferente el
sacrificio de Jesús a los sacrificios de los sacerdotes levitas?
• Ellos ofrecían animales en sacrificio,
mientras que Jesús se ofreció a sí mismo.
• Ellos tuvieron que ofrecer sacrificios por
su propio pecado, mientras que Jesús no tuvo pecado.
• Ellos tuvieron que ofrecer múltiples
sacrificios, mientras que Jesús ofreció un solo sacrificio, una vez para
siempre.
- La ley de Dios y el juramento
de Dios comparados. Hebreos 7:28.
Porque la ley constituye sumos
sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la
ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
Los
creyentes judíos que recibieron la carta de Hebreos estaban considerando la
posibilidad de volver al judaísmo. La tentación fue fuerte por varios motivos:
• Probablemente sus familiares y amigos
estaban presionándoles a volver a la ley.
• Las tradiciones del judaísmo les atraían.
Toda su cultura estaba teñida por la ley de Moisés.
• Estaban sufriendo persecución por causa de
su nueva fe.
• El templo todavía existía, y como judíos,
sentían su fuerte atracción.
• Podían ver claramente las ventajas materiales
y económicas de regresar al judaísmo. Las ventajas espirituales de mantenerse
firme en su nueva fe a primera vista parecían más nebulosas.
Para contrarrestar
estas tentaciones, el autor de Hebreos señala las ventajas que tenemos en
Jesucristo.
JESÚS –
SACERDOTE ETERNO
Hebreos
7:20-28
COMPARACIÓN DE LO QUE LA LEY OFRECE Y LO QUE TENEMOS EN CRISTO
BAJO LA LEY:
|
BAJO CRISTO:
|
Sacerdocio levítico
establecido por decreto de Dios
|
Sacerdocio según Melquisedec
establecido por juramento de Dios
|
Muchos sacerdotes pecadores
|
Un sacerdote perfecto
|
Los sacerdotes cumplían las
ceremonias decretadas para cumplir con su deber
|
Jesús nos lleva a Dios,
intercede por nosotros, y nos alienta porque nos ama
|
La relación con Dios basado
en la sangre de animales ofrecidos en sacrificio por el pecado
|
La relación con Dios basado
en la sangre de Jesucristo ofrecida en sacrificio por el pecado
|
Los sacrificios no pueden
perfeccionar a los congregantes
|
El sacrificio de Cristo
limpia por completo el pecado de los creyentes
|
El ritual del templo estaba
a punto de desaparecer. De hecho, terminó en el año 70 d.C.
|
El sacerdocio de Cristo es
eterno. El venció la muerte, y no volverá a morir.
|
En la ley tenemos símbolos
y figuras de Cristo.
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En Jesús tenemos la
realidad detrás de los símbolos.
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La ley no satisface el
alma, porque la sangre de los animales no puede quitar el pecado.
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Jesucristo satisface el
alma, porque su sangre nos limpia de todo pecado.
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La ley no satisface el
alma, porque todas sus provisiones son temporales.
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Jesucristo satisface el
alma, porque el perdón y la vida que ofrece son para siempre.
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